La recolección de fondos se llevó a cabo de manera innovadora, mediante un “potazo” en el que participaron más de 100 voluntarios, desplegados estratégicamente a lo largo de la avenida principal de la Alfredo Sadel. Esta iniciativa logró una gran respuesta por parte de la comunidad, que se volcó en apoyo a esta noble causa. El éxito de este concierto benéfico no habría sido posible sin el generoso apoyo de las empresas patrocinadoras, ni sin la participación activa de los voluntarios y el público asistente. La Fundación Corazones por la Vida agradece profundamente a todos los que hicieron posible este evento y reafirma su compromiso de seguir trabajando por el bienestar de los niños con Síndrome de Down y sus familias.